Redes sociales y movimientos cívicos

     En los tiempos que vivimos hay fenómenos sociales que no habrían ocurrido de no haber existido las redes sociales. Esto denota la importancia que esta nueva forma de comunicación tiene en la configuración de nuestra sociedad actual.

El ejemplo más claro de ello podemos verlo en el movimiento popular 15M. Este movimiento nace en internet, pues es en el mundo virtual donde se gesta su origen. Las personas intercambian sus ideas, críticas y modos de ver los problemas de la sociedad actual a través de las plataformas sociales. El movimiento 15M es una demostración plena de que las redes sociales ya no solo sirven como medio de comunicación, si no que también suponen una oportunidad para aportar ideas que transformen la sociedad.


No hablamos aquí de las bondades de este movimiento ni de si ha habido intento o no de politización del mismo. Hablamos, y en eso creo que nadie tendrá duda, de una nueva forma de interactuar en la sociedad, una forma más inmediata, más directa, más personal. El individuo puede proponer ideas de transformación del mundo y estas pueden extenderse rápidamente a través de la red. Es en este punto donde reside la grandeza de este movimiento: más allá del fondo de las reividicaciones, la forma es novedosa y de resultado trascendente.

Tal es la fuerza que las redes sociales aportan a los movimientos cívicos, que los partidos políticos, conocedores de esta peculiaridad, comienzan a expresar sus ideas e inquietudes a través de estas plataformas de interacción. Se podría decir que participar en el mundo virtual comienza a ser una condición necesaria para intervenir en el mundo real, al menos en determinados ámbitos, tal como son las corrientes ideológicas de pensamiento .Sin embargo, esto también nos aporta el lado más peligroso de esta nueva forma de comunicación.

Ciertamente, una idea, aun siendo nociva para el bien de la sociedad en su conjunto, puede magnificarse e interpretarse como beneficiosa a través de su expresión repetida en el entorno digital.
Es por ello, que las redes sociales precisan de una formación personal previa por la que el individuo sea capaz de interpretar que ideas son positivas y cuales no. De lo contrario, las redes sociales pueden llegar a convertirse en uno de los mayores peligros a los que se expone la sociedad de hoy. Ser consciente de esto es fundamental para hacer un uso adecuado de las nuevas tecnologías.


A continuación vemos un vídeo acerca de las redes sociales y el movimiento 15M.

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diariodenoticias.com